Cuando el editor Juan Rotulo de Maxim en Español, me llamó para fotografiar a Roselyn Sánchez para la portada de Febrero ’08, estaba realmente entusiasmado. Roselyn es, probablemente una de las mujeres más bellas del mundo, y por lo que había oído también es un encanto absoluto. Parecía poco probable que fuera a sacar imágenes mala de ella.

El truco, se suponía, que era encontrar la manera de entregar a los editores una portada extraordinariamente atractiva que destacase por encima de las demás en las estanterías y que vendieran con gran éxito mientras que, simultáneamente, mantenía el estilo, la clase, sin insultar a la actriz de Without a Trace (o su publicista renegase con la cabeza). De todos modos, Maxim en Español ha ido siempre mucho más lejos que la versión de Maxim norteamericana.

Reservé el Mayan Theater en el centro de LA, actualmente un popular club nocturno, para realizar la sesión. Tiene influencias de la arquitectura maya, las cuales crearían un fantástico entorno y que a la vez era súper conveniente para ajustar la agenda de viajes de la Srta. Sánchez.

Roselyn se comportó como una estrella absoluta frente a la cámara, extremadamente cómoda y sin una pizca de diva – con los pies totalmente en la tierra. Solicitó su propio equipo de glamour (trabajar con gente nueva siempre agrega una variable extra, porque yo ya sé lo que mi equipo me puede proporcionar), aunque pude determinar que Jenny Ritcher de The Wall Group pudiera trabajar en el vestuario – y además había realizado el estilismo de mi última sesión con Kim Kardashian unos meses antes.

Estuve trabajando realmente muy de cerca con la gente de Maxim, no solo con Juan sino con Oscar Saavedra, el Director de Arte (siempre conecto bien con los Directores de Arte). Me proporcionaron múltiples aportaciones para elegir tomas en la revista, y felizmente todas las opciones que elegí previamente fueron seleccionadas, incluyendo la portada. Dicho esto, todavía tenía que obtener la aprobación de Roselyn, así que (probablemente de manera ingenua), le pedí que se sentara conmigo para ver las tomas. Me quedé atónito cuando me dijo que sí.

Sentados en la oficina de mi estudio industrial de LA, Roselyn Sánchez y yo repasamos todas las imágenes, e incluso ella también estuvo de acuerdo con la toma casi desnuda de la portada. Luego estuvimos casi dos horas más hablando sobre la industria y su futuro compromiso. Creo que no puedo nombrar ninguna cliente que esté más conectada a la tierra que Roselyn.

Al final, parecía que iba a lograr que las dos partes quedaran contentas. La portada quedó exactamente como me la había imaginado, y estaba listo para tener un año completo de portadas con famosas. Tristemente, aunque este número fue uno de los más vendidos en la historia de Maxim en Español, la revista se clausuró dos números después (Se disolvió en Maxim Mexico y ahora colocan las portadas de Español en la versión de México, por lo que parece que funciona todavía como un título único.)

Roselyn Sanchez fue mi portada favorita durante mis dos años de trabajo con Maxim en Español.