Diario de Viaje 2010: KENIA – La costa y las noches en África
Puedo afirmar con seguridad que la costa keniata es lo más cercano al paraíso que he visto. Después de mis excursiones alrededor de Nairobi y más hacia el interior, decidí dirigirme a la costa buscando algo más de tranquilidad. Cogí un tren nocturno de Nairobi a Mombasa, que fue sorprendente… en uno de esos coche-litera desvencijados… me sentía como si estuviera en el Orient Express. Para mi gusto, Mombasa era un lugar demasiado comercial y con mucha gente, así que me dirigí hacia el sur a la playa de Diani, a una hora más o menos de la frontera con Tanzania. Una vez allí, supe en unos minutos que había encontrado exactamente lo que estaba buscando.
Alquilé una cabaña en la playa con dos habitaciones, a tan solo unos pasos del Océano Índico, por menos de $50/noche. No me lo podía creer. Todas las mañanas, un pescador llamado Ali venía a la puerta y me vendía pescado fresco y compraba frutas y verduras directamente de los granjeros locales. Nunca había probado la fruta de la pasión e instantáneamente se ha convertido en mi fruta favorita para siempre. Era el menú más saludable que jamás haya comido. Alrededor de Diani había muchos santuarios salvajes. Entre ellos se encontraba Shimba Hills, donde logré ver el raro ejemplar del antílope negro, que se encuentra en solo dos lugares del mundo. De todos modos, tuve que recordarme a mí mismo que había venido aquí a relajarme, así que decidí no quemarme intentando ver demasiado.
Las playas eran perfectas, largas, de arena blanca y ni un alma en ellas, salvo algunos vendedores de baratijas. El océano estaba increíblemente caliente, así que cuando no estaba relajado en la playa, me dedicaba a bucear durante horas. Hice un montón de amigos en Diani – la gente es realmente sincera y hospitalaria. Incluso logré encontrar un grupo parecido al de mis amigos en casa, lo que a menudo me hacia olvidar que estaba al otro lado del globo.
No hay palabras para describir las noches en la costa. Simplemente, echa un vistazo a las imágenes y comprenderás por qué. No había prácticamente ninguna luz que contaminara la visión de las estrellas más brillantes y la realización de la fotografía astral más increíble. Cada noche iba a ciegas desde mi cabaña a la playa, donde montaba mi cámara para hacer unas tomas nocturnas indescriptibles. No me podía creer las exposiciones que estaba consiguiendo. Todo ello consolidó aun más mi amor por Kenia.
Tutaonana, inshallah.
ÍNDICE:
1-4: Tren nocturno hacia Mombasa, la segunda toma es una exposición de 30 segundos a las 3am.
5-8: Shimba Hills, saltamontes, antílope negro, elefantes
9: Mi cabaña en Diani
10: La vista desde mi casa en la playa
11-15: Mi santuario oculto, playas de arena blanca
16: Mis amigos en Diani: Didi, Gitz, Sidney, Ali Khan
17-21: Atardecer en la costa keniata
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